lunes, 16 de septiembre de 2013

"Ser digno de ser" (crítica de película)

LA DIGNIDAD DE SER
"Ser digno de ser" es la historia de un niño negro etíope que se hace pasar por judío para emigrar a Israel y así sobrevivir a la miseria.
En momentos en que las expresiones racistas van a la par de la caída de bombas en Medio Oriente, "Ser digno de ser" es una interesante opción para tomar conciencia de este tipo de actos. Esta película relata la historia de un niño negro etíope que es obligado, por su madre cristiana, a hacerse pasar por un falasha para salvar su vida y escapar de la pobreza. Esto se dio en el marco de la "Operación Moisés", un proyecto llevado a cabo por los gobiernos de Estados Unidos e Israel en 1984, para repatriar a Tierra Santa a aquellos judíos etíopes (falashas), descendientes del Rey Salomón.
Al dejar su tierra, el niño también deja a su madre sola, la única sobreviviente de su familia, y se embarca rumbo a Israel
Schlomo –tal su nuevo nombre- crece y va descubriendo las cosas buenas y malas de la vida: el amor, el trabajo, la diversión, el racismo, la discriminación, la guerra. Pero nunca olvidará a su madre: su sueño es volver a verla con vida mientras pueda.
Es una película cargada de emoción y simbolismos: el título del film nos propone una frase más que atrayente. Es la misma que pronuncia su madre al despedirse de él. El sorprendente y emotivo final, nos revela el porqué de esa expresión, en la cual, también, está implicada la palabra "identidad". Los símbolos abundan durante varias escenas de la película: Schlomo mira siempre hacia la luna, que representa a su verdadera madre, y es el único recuerdo viviente que tiene de ella.
Un punto para destacar es que la familia adoptante es de izquierda y no religiosa, lo cual es relevante a la hora de ver la posición del director en esta película, crítico del racismo y el rabinato.
Pero el film no sólo abarca las cuestiones sociales, sino que también hace mención a la guerra (el conflicto palestino-israelí, el acuerdo de Oslo, y la asesinato del primer ministro israelí Rabbin) y a las disputas familiares que ella trae, lo cual es difícil de retratar en 140 minutos, por eso al promediar la segunda mitad de la película la atención decae un poco.
"Ser digno de ser" recibió el año pasado el Premio de Mejor Film Internacional en Berlín.
A pesar de algunos deslices, es una película conmovedora y emotiva, que nos hace reflexionar a todos acerca del mundo en que vivimos.



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